Cada niño nace con su propia forma única de interactuar con el mundo. Algunos son flexibles en medio del cambio, mientras que otros pueden experimentar estrés cuando se les presentan situaciones nuevas o un cambio de horario. Esto es lo que se conoce como temperamento. Y aunque algunos temperamentos son más fáciles de manejar que otros, es importante que los padres comprendan los rasgos del temperamento, como la adaptabilidad. Al hacer esto, podemos ayudar a los niños a convertirse en la mejor versión de sí mismos de la manera más efectiva posible.
El temperamento es la forma en que un niño reacciona a su entorno y cómo regula las emociones. Los psiquiatras Dr. Stella Chess y Dr. Alexander Thomas identificaron nueve dimensiones del temperamento que consideraron importantes para determinar cómo se relaciona un niño con el mundo. Uno de los nueve, la adaptabilidad, juega un papel muy importante en la transición de los niños a través de los cambios que los rodean. Comprender cómo esto juega un papel en los diferentes tipos de temperamento es clave para los padres, maestros y entrenadores.
Dentro de su investigación, el Dr. Chess y el Dr. Thomas identificaron tres tipos de temperamento: fácil, difícil y lento para calentar. En lo que respecta a la adaptabilidad, los niños con un temperamento fácil son capaces de adaptarse a los cambios rápida y suavemente y disfrutar de nuevas actividades. Sin embargo, pueden ser impulsivos porque siempre se lanzan a cosas nuevas, a veces sin pensar primero. Los temperamentos difíciles tienden a tener reacciones emocionales muy fuertes a las cosas y son muy sensibles a los estímulos. Por otro lado, son muy apasionados y decididos. Los niños lentos para calentar a menudo se resisten a nuevas actividades y se sienten incómodos con gente nueva. Sin embargo, en una nota positiva, es menos probable que se vean influenciados por la presión de los compañeros y prosperan con las rutinas.
Conocer esta información puede ayudar a los padres y a otros adultos a interactuar con niños de diferentes temperamentos de manera más efectiva. Una de las primeras cosas que debe hacer es estar atento a las reacciones de su hijo para identificar su tipo de temperamento. No importa el temperamento que tengan, asegúrese de que los niños sepan que los sentimientos que están experimentando están bien y evite comparar su temperamento con el de otro niño. Al abordar diferentes temperamentos, ayude a los fáciles a pensar antes de actuar. Ayude a los niños con temperamentos más difíciles manteniendo un horario constante y fomente la conciencia de sí mismos. Para los niños que tardan en calentar, déles tiempo para adaptarse a nuevas situaciones y evite presionarlos para que se involucren en las actividades antes de que estén listos.
Para ayudar con esto, el programa SKILLZ ofrece información complementaria llamada Parent SKILLZ que ayuda a los padres a ser lo mejor que puedan para sus hijos. Dentro de este plan de estudios, hay ocho habilidades que ofrecen formas de hacer esto. Utilizar estas habilidades al abordar los temperamentos individuales de los niños será la forma más efectiva de manejarlo. Y si bien es importante que los padres conozcan el temperamento de sus hijos, es igualmente importante que los maestros y los entrenadores lo apliquen también. Los instructores de SKILLZ incorporan estas habilidades en sus interacciones con los estudiantes a diario. Están en sintonía con sus necesidades individuales y se adaptan en consecuencia.
El temperamento es diferente de un niño a otro, incluso dentro de la misma familia. Los niños no eligen cuál es su temperamento, y un temperamento no es ni mejor ni peor que el otro. Replantear cómo describe a un niño puede ser poderoso para ellos y para usted. El niño fácil es extrovertido, el niño difícil es decidido y el niño lento para abrigarse es observador. Lo importante a recordar es que cada niño es único y les ayuda a sacar lo mejor de su propio temperamento.
Autor: Jennifer Salama de Skillz en todo el mundo .
Jennifer es cinturón negro de cuarto grado y se ha entrenado en artes marciales desde 2001. Tiene una Maestría en Psicología Infantil. Ella ha abrazado el Plan de estudios SKILLZ debido a su enfoque en el desarrollo infantil y al uso de las artes marciales como vehículo para desarrollar al niño como un todo.